miércoles, 14 de enero de 2015

Poetas HD Edición N° 1

Pablo Romero (Tucumán, Argentina)

Decir la creación 

Es cosa simple abrirse ante las ondulaciones de la piel. Uno lo hace con furia, con llanto, con
 ímpetu. El templo llora. Todos saben que el sexo es hipodérmico o no es nada. El hombre se acerca
 con la danza en las manos y en los huesos. La mujer va a tomar al hombre/niño contra sus pechos. 
A partir de acá el amor se dice de otra forma: los amantes han de jurar procrearse con los restos de
 latidos que extinguieron sus perfumes a jaula. 

Los amantes han de entender que su herencia, es ahora el inútil rumor a fuga partiéndose
 inenarrable frente a los cuerpos, sus cuerpos, que danzan diciendo las simbologías ocultas de las
 piedras. 



Ambos han de fijar los ojos en un punto para fundar el horizonte



Ser 



La noche brutal y negra. Yo torpe y fundamental. 

En mis manos convulsas las esquirlas floreciendo. Madre, aún no he dejado de llorar porque el alba
 y el frío colorean de azul los corazones de los muertos. Me han quitado el otoño: lo único vivo en la
 memoria de mis manos. 



Es un muro la veta más preciada de blancura. Los ojos abriéndose pero para adentro. El alma
 abriéndose pero para adentro. Cómo se explica lo que pulsa bajo el esternón, esta cosa indicando
 que un puñado de estrellas jamás podrá acunar la Luna. Lo que somos. Lo que nunca fuimos: esta
 sed hueca, honda, indomable. La locura en saciedad. El miedo en saciedad. 



La muerte danza en todas las constelaciones del cielo y yo lucho apenas contra la inmovilidad de
 mis huesos. 



Quiero fallecer a la luz del desgarro. 












Kevin Castro (Lima, Perú)

A pesar de los intentos desesperados de la ciencia nadie puede ser un personaje de sci-fi

te he visto

sobre un edificio rosa pastel

arrojando cosas que se quedan suspendidas a centímetros del suelo

tú no me has visto

eres también algo que me gustaría arrojar desde un edificio verde

mirar

cómo tu cuerpo se estrella contra el pavimento

bajar las escaleras

y curar tus heridas

jurarte que no

que no ha sido mi intención que esto tenga que dolerte tanto

te he visto sobre el siglo xxi arrojando cosas que se quedan suspendidas

a centímetros de algo que no sé que es

pero que nace de la rabia seguramente

como todo

y todo es como decir: ‘gracias’

pero diciendo: ‘triste’

sin saber por qué realmente

debajo de todas las cosas del mundo

no sé cómo hacer para que estos lentes nuevos disparen rayos láser en lugar de bloquear rayos ultravioleta


Poema de mierda mmvii

tengo agua dentro de mi cuerpo

como un cactus

pero no soy un cactus

sabes

veo indígenas diminutos bailar bravísimos sobre tu cabeza

te despeinan

querida

nos da el sol en las caras

y tú me miras como si yo fuera un cactus

te amo con tus indígenas pequeños

quiero decirte

cosas

bañarme contigo

en las cascadas de san jerónimo

tocar tu pelo

y no te digo nada

no te quedarás conmigo

miro tus lentes de sol

tus lunares

tus ojeras por no dormir

miras videos de coldplay en youtube

querida

y yo como tierra todos los días

y tomo una sopa horrible

y quiero que me mandes un sms

porque estaré enfermo mañana

te amo con las piernas

para correr detrás de ti

en los días

en las noches

en las tardes también

pero tengo agua dentro de mi cuerpo

y me evaporo escuchando fix you de coldplay

y desaparezco entre las nubes de mierda

a las que nunca miras

Jorge Paredes (Valencia, Venezuela)




Sagrario 


Lo sagrado tiene su altar en cada casa 

Donde se paga la esperanza con penas 


Ahí va el pan el vino y una vela blanca con tu foto 


¿Qué más pongo en la oración si pido por ti 

Y ando en penitencia por el pecado cometido?

                                     ******


Montañas
Son estas

Las fosas comunes de mis muertos que

El pico y la pala para limpiar

Hoy traje

Tu mano

No la mires y si lo haces no le tiendas

Este poema si cae por el barranco

Cuida de

Errancia

Y se hacen eco conmigo de la

Que me tropiezan recuerdan tu nombre

Las piedras

Senderos

Cuesta arriba atravesado por sus

Es poco lo reconocible cuando voy

Adentro

Ninguno

Vez de milenios para crecer como

Los míos solo necesitan horas en


Lugar común

*****

II



un camión vacío

significa dos cosas:



ha dejado su carga

o va en busca de otra



pero nadie sabe

si quien conduce

soporta lo que lleva dentro











Leonardo Alfonzo (El Tigre, Venezuela)



La feria de la pintura y abrazos



Érase una vez la muchedumbre sorda y sin dinero

caminando con la lengua afuera, gesticulando como perdidos.

Claro que me duelen, tanto como esa chequera que rematan

por haber poco papel para científicos y poetas

puede que haya una firma en tu regazo

que sin darte cuenta

vaya de tu corazón hasta tu trasero.



Pero como somos gente algo picaresca y fina

no creemos en milagros y comemos níspero hasta hartarnos

Creemos ser familia de un tal Pacquiao para combatir

que si poniendo rudeza al mal tiempo,

porque buena cara no nos queda de la pena y la vergüenza.



En fin, como si fuese suficiente pensar en los demás

he recurrido en preocuparme en mí y

¡WOOOOW!

Craso error, así que so caballo y pendiente

que voy de retro

me miro en el retrovisor y

what! Clase de amor propio

Casi pierdo mi seguro de vida por ofrecerlo

al enano risueño que lleva mucha mercancía en las manos

si lo llegaba a matricular pal otro mundo.


HOMBRECILLO:

* Si lo que busca es vaina buena vaya a aquella esquina.

Pero no me mate así. -

Una feria dije y corrí para encontrar

Encontrar puestos donde los compradores parecían Haikús

ellos, cortos y con la naturaleza pues

debía ver algo más, generalmente

la gente quiere hacer cuadros

limpiar sus paredes internas, pero dejar afuera los grafitis.



¡PINTURA FRESCA!

Grita el señor de los pantalones hechos girones

con su aspecto cansado, luce como yo hace 5 minutos,

ese hastío común entre trabajadores de turno

unos con el sol a cuestas, otros con negligentes en hombros

y como tiene otro tipo de colores en su stand, me acerco

y le compro porque sé que a alguien

le daré la mano y le haré ese presente.

Es la ventaja de ciertas épocas del año

cuando la moral te da esas libertades de ser dadivoso.



En el desenlace de la cuestión, con toda la gente

que hace su pedido, que salen como sombras

que el sol nos presiona a todos

debo ir a otro sitio, sin perder tiempo

y conseguir algunos recuerditos,

si, de los que se compran y agarran polvo.



¡AMOR GRATIS!

¿Qué es? ¿También se regala?

Paso las minitiendas con furor

con estas crisis modernas no se sabe el destino propio

también porque uno guarda algo de reportero en frustración

queriendo llegar a lo bueno y ser primeros

Y está ella, hermosa con sus labios claros

que me ha llamado en su propio lenguaje

y me ha dado un abrazo

por lo que está y por lo que viene.



Jorge Alejandro Vargas (Cusco, Perú)




Poema borderline 2 

Escucha: 
Yo, puedo cernir el cielo y hacer que llueva. 
Puedo pincharle los ojos a Dios con mi aguja incandescente. 
Revierto el mundo y sin embargo: Tú. 
Luego, tu mandíbula: nudo de cordilleras, tu maldita boca. 
Soy feliz como un río de sangre, como un brazo suelto persiguiéndote, como tu ropa sucia. 
Yo, soy feliz como un grito. 


Poema borderline 3 

Hoy he cagado muy bien sin ruido y fácilmente. 
He cagado pensando en ti y, siendo sincero, ya no me da vergüenza. 
(Entiende: los bonitos también cagan) 
Para pensar de intestinos es preciso entender que el culo azul de un ruso huele igual que el culo 
de un hermoso soldado del Perú. 
Me emborracho y pienso en la plastilina de mi estómago. 

Atardeces. 

Luego llego a una rotunda verdad: 
Cada mañana cago a pedazos mi corazón.

Eliseo Villafañe (Barinas, Venezuela)


LA CANCIÓN DEL GLÚTEO

Oh, glúteo sagrado, has venido del esfuerzo del gimnasio
                                                                            / y la genética 
y de la gente que dice que 
tenemos el país con las mujeres más bellas.

Deberían hacerte una estatua, 
con lycras apretadísimas.

Voluptuosidad de la gota de sudor 
que cae de la barbilla al muslo 
y se seca con pañuelo.

¡Oh glúteo! Tu gracia te hace crecer hasta el infinito 
Y el infinito es dichoso de tomarte 
porque le crecen manos y te aprieta.


CARTA A GODZILLA

Estuvo entre mis manos 
Lo encontré en una botella, 
en medio del mar contaminado.

Estaba esquelético 
y le dí biberón,
ahora que es tamaño peluche
solo sabe insultarme en japonés.

Como tiene aires de dragón 
servía como caja de fósforos 
En la obscuridad era linterna 
Excepto cuando me mordía.

Ahora con un soplo para encender las velas 
arrasará la plaza de mi ciudad.

Los fumadores lo amaban. 
Recordaré la vez que lo apagué con extintor
 en una cola del banco. 
El día que se metió al mar, 
convirtiéndolo en aguas termales.
Cunado permanecía inmóvil
en la tienda de juguetes, 
para luego asustar a los niños,
 echando candela en sus espaldas.

Sé que muy pronto crecerá.
Es su naturaleza el pánico.
Nada puedo hacer ya.
Machacará a la gente que lo ama.

En pocos momentos lo destruirá todo 
y después de comerme,
esta carta se le va a meter entre los dientes.



HEY, FLOR

Todos los días te riego
Estás protegida del sol 
¿Acaso no te das cuenta?
Ahí toda inerte moviéndose con la brisa y la fotosíntesis.

Te alejo de los herbicidas.
Yo te quito las malezas.
Echo cáscaras de frutas
a la tierra con caminos de hormigas
(de las que también te protejo)

Y te acaricio con muchísimo cuidado
para que no te lastimes, nunca

A cualquier bachaco 
que se acerque a morder tu tallo
le pasaré insecticida.

A cualquier mosca asquerosa
que se pare en tus pétalos
la dejaré patas arriba.

Detesto que se arqueen los bordes de tus hojas secas
Me encanta ver tus pétalos llenos de gotas de agua

Dirás que estoy loco, florecita,
pero tienes toda mi atención.
Puse cámaras para verte cuando me voy al trabajo.

Y así funciona, tú lo sabes
pues encontré la hierbas escondidas.
Olmos Ángel (Barinas, Venezuela)

Espejo de un sumiso.

Quisiera 
Pararme frente al Everest
Decirle que no es tan alto
Tomar tres gotas
Y sembrar en los desiertos
Una sonrisa de flores
Demostrando que la grandeza
Está en las acciones.

Pero soy sumiso
dejo que por completo
Me cubran las nieves
Y mis ojos se vuelven
Esferas de arena
Veo caer lágrimas de granos
Que se camuflajean
Y se pierden
En un Sahara de pesares.

Sueño
Encontrarme con El Papa
Cortarle las venas con una hostia
Mostrarle que es mortal
que sangra monedas, 
Llenar copas con ese vino
Repartirlo diciendo:
"TOMAD Y COMED
TODOS DE ÉL,
PUES ESTE NO ES SU CUERPO
PERO HA SIDO CREADO POR 
VOSOTROS"

Pero soy sumiso
Y guardo mi ira entre salmos,
Veo cada domingo 
La sonrisa del cura
Cuando alzo mi mano...

Para dar una limosna.
Me arrodillo y pido perdón por todo
Menos por pedir tantas veces perdón.

Poder
Derribar las escalas 
económicas de mi madre,
Recordarle que también 
se sonríe sin maquillaje,
Esconderle los tacones
Y hacerla caminar descalza
Para que toque el suelo.
Quitarme mis amarres
Y hacerle con los mecates
Una hamaca , colgada
Entre sus percheros de ropa,
que mire las estrellas
Que aparecerán
Cuando me de un espacio para soñar
Y por fin
Se dé un tiempo para extrañarme.

¡Pero soy sumiso!
Llego a las 8 p.m. a la casa,
A diario ordeno sus abrigos
Para tener segura
Mi esclavitud a base de billetes,
Atornillo mis esposas
Y le pido perdón
Por dejarlas tan flojas,
Mientras 
Le abro en la computadora
Su cuenta del banco.

Vociferar 
Con parlantes
Anunciar en las calles
Que el amor existe,
Tapar con graffitis de corazones
Las entradas de los burdeles,
Y apagar los bombillos
Que aún alumbran 
Los viejos caprichos,
Para que se ilumine el alma
Con luz verdadera

PERO SOY SUMISO
Y camino cabizbajo
En estas calles amargas
Burlándome de los enamorados
Mientras la falsedad
Sentada en un rincón
Guiñe el ojo ,
Me he vuelto un experto.
Revuelco mi dignidad 
Entre las alcantarillas del pasado
Buscando en sus aguas sucias
El Atlantis de mis humillaciones
Termino dando besos muertos
Sabor a mierda.

Soy sumiso
Me lo repito mientras
Tapo mis canas
Preguntándome
¿Cómo envejezco si no he vivido?

Corro
Y con piedras
Rompo los espejos
Y todos los reflejos de la casa
Pues soy sumiso...
Y no puedo
Ni enfrentarme.

Damian Salguero (Pereira, Colombia)


EL CUERPO. 


Mi cuerpo de piedra de llama ardiente, 
Soy una torcaza perdida en los mares 

Quisiera ser un ángel que se vuelve torcaza, una torcaza que se vuelve lluvia y mar, en 
un poema largo sobre el amor, el cambio del amor, las formas de amor. 

Estoy ahogándome. Una torcaza de piedra se incendia, mi cuerpo bajo la llama de un 
amor que se transforma en átomo, en una explosión de colores imaginados, 

El otro cuerpo es la ausencia 

En el espejo vi a un hombre, tenía cara de… 

Soy un torcaza de aire, soy las piedras que caen en esta lluvia, un golpe fuerte contra la 
noche para que caigan limones, el día de la ausencia de los otros cuerpos. 

Mis sueños están hechos de mares, de espejos quebrados. 

Soñé que el mar era un átomo, que había un lindo día en ese muelle, sospeché de esa 
ciudad pixelada, de ese lugar común que se alucina y desea volverse una mesa donde 
guardo esos sueños. 

         Marinero de tierra dulce 
Soy Marinero de tierra dulce, 
guardo un miedo parecido al fuego, acabo mi rostro a golpes, me dedico a volverme 
fuerte, volver mi cuerpo en una piedra donde nazcan los hongos, mi mente una piedra 
donde mueran los mares, y este corazón llenarlo de ausencia y montañas. 

Me dejaré crecer el cabello, me dejaré alucinar, bailaré sobre mi cuerpo, sembraré 
danzas de luz en mi cuerpo, llorar sobre la tumba de lo que soy, me quito la tierra del 
cuerpo, me froto entero hasta volverme ceniza. 

Soy un árbol donde las torcazas hacen sus nidos, un templo donde los halcones sueñan 
sus secretos, un océano de tortugas y ausencia, un rio donde los delfines lloran hasta 
volverse rosados, me vuelvo un meteoro de hielo duro y flameante. 

Mi sueño 
se transformó en una torcaza 
enamorada de una tortuga. 

Me dejaré crecer el cabello remake. 

Si pudiera cambiar esta vida por un mal poema lo haría. 

Mi cuerpo es de piedra amarga, de arenisca, 
Tengo esta ira que no tiene tiempo, ni soles en su espalda, esta furia nítida que se 
vuelve lágrima. Quisiera dejar crecerme el cabello para volver a ser ese adolescente 
que temía a dios y lo disimulaba escribiendo poemas sobre la oscuridad, que 
ambicionaba ser un poeta maldito de esos que se emborrachan casualmente, ese 
adolescente que miente sobre el uso de las drogas que no prueba por miedo, pero que 
afirma hacerlo. 

Pero nunca entendí eso de ser poeta, me conformo con escribir sobre mi cuerpo, sobre 
la piedra y la ausencia, sobre mis dientes y su idioma, pensaba hacer de mi vida un 
poema, pero no logro eso de entender la poesía y me tire a la nada, a mirar el cielo para 
reír. 




I
El ave atraviesa el cielo, la metáfora de su muerte entre las nubes. 

II 
La metáfora atraviesa el cielo, el ave de su muerte entre las nubes. 

III 

El cielo atraviesa la metáfora, la muerte de su ave entre las nubes. 

IIII 
Atraviesa metáfora el, la cielo de, de su entre las muerte nubes de. 


No, no, no 1990. Ciudades colombianas. Me dejaré crecer el cabello, se te nota, ten 
cuidado, las influencias. Mi cuerpo es una montaña bombardeada. 

Me dejaré crecer el cabello y me lo trenzaré para que vivan allí los halcones. 

La vida nueva empieza cuando el amor se acaba. 

Desconexión.

Marcelo Velázquez (Ibagué, Colombia)



DE “EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN”
(Poema para una muchacha de ojos raritos)



“como cuando los ojos bizquean y encontramos en su último vértice el cosmos al fin 
sonríe”



Marcelo Velásquez



Mi lengua es un caballo
que quiere trotar sobre el agua,
pero cuya edad le impide llegar a tiempo,
y cuando parta encontrará una retícula
que parece el cachete de alguien que duerme
y piensa en un poema que nunca escribirá,
y por el que sus amigos se han desbocado en las calles
como una bandada de jeringas
que los clandestinos desechan,
porque la revelación de los jóvenes poetas les tocó las venas,
y comprendieron que sus lápices
eran como jeringas importadas de la China,
donde Kim o Jung juegan a conquistar mundos
en un apartamento de dos por dos,
y al amanecer cepillan sus espaldas
para remover los vestigios de alguna nebulosa
que quiere convertirse en hombre.
Mi lengua es un caballo
que se desboca fingiendo estar borracho,
un par de latas que con furia recuerdan el refrigerador,
y su trágico made in ….

Mis amigos han adoptado un extraño método para hacer el amor.

Yo vi sus cuerpos tumbados entre las malezas
que en el cielo encuentran lugar,
vi sus cuerpos escritos por las furias,
escritos por los vértigos que desayunan camelias de plástico,
escritos por la sangre que Silva derramó antes de matarse,
la sangre que pintó en el estribor del viento
con un par de punzones en sus ojos,
y entre sus testículos
el implante de un poema que casual le vacía el alma,
vi sus cuerpecitos ahogándose en un mar
donde los mejores versos de mi generación
son venerados por un pelotón de orquídeas de arena,
y con sus brazos azulados he inventado
un poema en que desaparezcan nuestros rostros alejandrinos
en un naufragio donde su hermana -la de Silva- se siente
al fondo de un burdel vestida de un icopor
que la estación acaba de marchitar,
y nos muestre al fin sus ojos terrosos,
sus dedos desvastados por una dentadura de plata
que encontró en su sueño de sombras recién amanecidas,
que nos muestre el dibujo de una sonrisa
que nadie comprendió pero cuya marea se detuvo
en las primeros golpes de un extraño big bang,
que nos muestre sus pechos hinchados
de aglutinar tanta estrella,
y que en el naufragio de su cuerpo
nos enseñe a creer en la poesía,
en su extraña belleza,
en su condición de cabeza estallada por los milenios,
en sus posturas de mimo en un territorio
cuya perspectiva no corresponde a los ojos,
y que al cerrar los ojos
-los ojos de su hermana-
sus manos queden como un ramillete
que apresurado busca el pecho
de algún ahogado.

Y a veces necesito escribir como a ninguna voz
Porque la escritura se me antoja
Como un ejercicio que me gusta cada vez menos
Y sin embargo me digo:
Escriba gran marica¡

Y entonces escribo con desgano,
A los mierdazos
Pongo sobre el teclado las palabras
Que aparecen de repente en un pdf
Y que de apoco arman un poema
Que busca su propio cielo mutilado.

Sin embargo a mis amigos
Les aseguro un enamoramiento
De tiempo completo de la poesía,
Les aseguro no los dejaré,
les aseguro todavía tengo
una bandada de cucarrones chiquiticos
reventando a cada segundo mis labios,
les aseguro todavía tengo sueños,
sueños de mierda para que los moscarrones
no se aburran de ajustar mis ojos,
sueños con esqueletos gigantescos
porque la carne es un lujo de poetas que ganan premios,
sueños con caballos de orines
que se derriten en plena noche
y desbocan en cualquier amanecer
que se asegura poema de amor,
porque en cierto sentido
todos mis poemas son,
han y serán poemas de amor,
poemas que nunca (pero ya lo hice) le daré a A*,
porque sus cabellos se han inmolado en mis manos,
y en mis manos nunca he tenido
sus ojos de muchacha extranjera
que padecieron el sacrifico
de un antiguo firmamento.

Nunca en mis ojos
sus dientes.

Y ahí continúo,
Me veo en una pira de almohadas
Pegadas por lagañas,
Estoy pendiendo,
De repente estoy cayendo
Y escribiendo
Porque mi teclado es daltónico,
Y mis palabras cada vez
Más monocromáticas,
Y A* no está acá,
O de pronto sí
Y lo que pasa es que soy muy pesimista,
De todas maneras palpo mi cuerpo
Y percato que mis pulmones
Han crecido como una armadura
Sobre mis hombros,
Y quieren decirme versos
Antes de mi caída,
Quieren hacerme más aéreo
Más gota
Más triste,
Y quieren que les engulla
De a pedacitos
Antes que las gaviotas indigesten al mar
Con el aire de un sistema monocelular
Que aspira a ser una gaviota modernista.

Y acá es cuando de repente
Este poema quiere inmolarse,
Cuando de repente se hace lengua,
Se hace desbocable,
Se arruina
Y me dice que otra vez
Fallamos en nuestra cita de amor,
Y yo le pinto un vientre
Porque en algún momento
Parirá un bocado de flores exquisitas
Y las vaciará en el sanitario de un clandestino,
Donde sólo Jung y Kim
Sabrán de su muerte fortuita,
E ignorarán sus razones
Y seguirán bebiendo leche con roscón
Para que las promesas estén niveladas
Con algún tipo de ritual cósmico,
Y para que en tus ojos sus vértices todavía se abran.


Y no echarán de menos el camino
Que entre las baldosas la sangre inventa.
No echarán de menos
Los vidrios quebrándose
No echarán de menos
Sus aspiraciones que se quiebran en los cristales
No echarán de menos
Los maníes que se agotan en su propia tensión
No echarán de menos
Los paisajes con que desearon retornar a casa
No echarán de menos
Las amapolas con que adornaron sus frentes de poetas
No echarán de menos
Las visones de un universo comprimido en un acto
No echarán de menos
El calor que de repente ya no los asalta en plena madrugada
No echarán de menos
Sus manos temblando porque la luz se ha apagado
No echarán de menos
Sus espaldas ajadas
Los ojos que se asoman
Los hombres que encuentran nuestro universo
En un poema que finge su propia desbocadura
O al menos se encuentra
Entre un caballo que trota sobre agua rota.

El dueño del clandestino limpiará
La sangre que al parecer es de una herida pequeña
Y sacará a un par de maricas
Que inflamados chillan
Con la revelación de los jóvenes poetas.